Probablemente te haya dicho tu dentista toda la vida que tu problema es quirúrgico, o quizá llevaste aparato y te dijeron que “ya no podemos hacer más porque el caso es de operación”, o simplemente eres consciente de que muerdes mucho peor de lo normal y que tu cara se ve rara porque parece que tus huesos de la boca no están en su sitio o son demasiado grandes o demasiado pequeños.
Hay quien acude a su dentista o quien acude directamente a uno de los especialistas en este campo: el ortodoncista o el cirujano maxilofacial. Si has acudido a tu dentista te referirá a alguno de estos dos especialistas. En el caso del cirujano maxilofacial que es quien va a realizar la operación, puede trabajar en la seguridad social, a través de una sociedad médica o el ámbito privado, ya que todas estas modalidades cubren la cirugía ortognática.
Nuestro consejo es que acudas a un ortodoncista especializado y experto en cirugía ortognática. El ortodoncista consigue tener la formación especializada realizando un máster o postgrado universitario de 3 años de duración a tiempo completo, sólo así va a poder tener tanto la formación teórica como la práctica en pacientes, teniendo que tratar a un gran número de ellos y con diversas patologías, entre ellas la tuya. Es fundamental que este profesional se haya formado en este ámbito de colaboración con cirujanos maxilofaciales desde la propia etapa universitaria. Hoy en día además existen programas de formación especializada adicional en cirugía ortognática para ortodoncistas.
Evidentemente tanto esa formación como la larga trayectoria de más de 20 años que poseemos en Ortodoncia MGD nos confieren el conocimiento, técnica y experiencia no sólo para tratar estos casos independientemente de la complejidad, sino para resolver los problemas que pudieran surgir en cualquier fase del proceso, pero muy especialmente en el seguimiento postquirúrgico que es vital para el éxito global del tratamiento.
La comunicación es la pieza clave de este tratamiento combinado: el trabajo en equipo entre ortodoncista y cirujano maxilofacial. Según el tipo de asistencia en la parte quirúrgica que escojas te orientaremos y te podremos incluso poner en contacto con distintos cirujanos.
Por tanto, una primera decisión es ¿dónde me opero?
- La seguridad social cubre este tipo de cirugías, pero la lista de espera es mucho más larga y no es posible escoger cuándo te van a operar (a partir de que estés preparado por parte del ortodoncista la espera puede hacerse más o menos larga). Los equipos que operan en los grandes hospitales tienen una dilatada experiencia en esta cirugía. Se trata de centros universitarios con servicios en los que trabajan médicos residentes en formación, si bien es cierto que los que participan en estas cirugías son los de los últimos años. Cada vez hay más hospitales pequeños en los que se desarrolla la cirugía ortognática dentro de su área de cirugía maxilofacial (en caso contrario la cirugía ortognática se deriva a otro hospital cercano más grande que sea su hospital de referencia). Estos servicios cuentan con profesionales formados en las últimas técnicas, pero con un volumen asistencial mucho menor por lo que el número de estas cirugías al año es más reducido que el de un gran hospital.
- Sociedades médicas o aseguradoras. También contemplan estas cirugías, si bien en estos casos hay que analizar todas las condiciones de la póliza con detenimiento, ya que en ocasiones rechazan estas cirugías por alegar que se hacen por razones estéticas o que son problemas congénitos. Cubren los gastos hospitalarios y honorarios del cirujano, pero suelen incorporar “añadidos” que pueden incrementar sustancialmente el coste y dejar el presupuesto final no muy alejado del 100% privado, sin ofrecer las mismas ventajas. Varía mucho de unas aseguradoras a otras.
El cirujano que realiza estas cirugías no es siempre el que aparece como responsable del cuadro médico, a veces el paciente va buscando a un doctor, pero luego el seguimiento y la cirugía se los va a hacer otro.
- En este caso el paciente hace frente a todos los gastos, pero no hay gastos adicionales o sorpresa. La mayor ventaja es, no sólo poder escoger el cirujano que se va a ocupar de todo el tratamiento, sino hacerlo entre los profesionales con más trayectoria en este campo. Para muchos de ellos la cirugía ortognática es una parte importante de su actividad diaria, lo que redunda en su altísima experiencia en el campo. Existen seguros médicos de rembolso que devuelven un porcentaje entre el 80-90% de los gastos totales. Si sabes que tu caso es quirúrgico, pero no te vas a operar de momento (por ejemplo, por razones laborales, familiares…) te recomendamos que aún así vengas a vernos ya para que tengas toda la información y si decides que a medio plazo sí te vas a operar, puede ser una buena opción ir gestionado un seguro de este tipo con tiempo para que a la hora de la cirugía no te encuentres con plazos de carencia que te impidan someterte al tratamiento cuando tenías pensado.
Esta opción te permite planificar todas las fechas desde el principio: el ortodoncista te va a dar una estimación de tiempo de tratamiento de ortodoncia previo a la cirugía. A partir de ahí estarías preparado para la cirugía (además no es conveniente aplazarla luego demasiado). Puedes encajar el momento quirúrgico en las mejores fechas para tu trabajo, familia…
Otra opción por la que se decantan muchos pacientes es aprovechar su seguro médico para que le cubra la estancia hospitalaria, quirófano, anestesista… y él sólo abona de manera privada los honorarios del cirujano y materiales de osteosíntesis (las placas que se usan para fijar los huesos).
- También contemplan estas cirugías, si bien en estos casos hay que analizar todas las condiciones de la póliza con detenimiento, ya que en ocasiones rechazan estas cirugías por alegar que se hacen por razones estéticas o que son problemas congénitos. Cubren los gastos hospitalarios y honorarios del cirujano, pero suelen incorporar “añadidos” que pueden incrementar sustancialmente el coste y dejar el presupuesto final no muy alejado del 100% privado, sin ofrecer las mismas ventajas. Varía mucho de unas aseguradoras a otras.
El cirujano que realiza estas cirugías no es siempre el que aparece como responsable del cuadro médico, a veces el paciente va buscando a un doctor, pero luego el seguimiento y la cirugía se los va a hacer otro.
Lo primero es acudir como te hemos explicado al especialista (ortodoncista o cirujano maxilofacial).
Desde la clínica de ortodoncia te orientaremos y guiaremos tu proceso:
- Primera visita: exploración, historia. Serie fotográfica extraoral quirúrgica e intraoral (fotos de la cara y de la boca). Impresiones (moldes) y escáner intraoral (modelo 3D de los dientes).
- Orientación y derivación a cirujano maxilofacial
- Prescripción de pruebas radiográficas según el caso. En muchos casos para el estudio inicial sólo pedimos una radiografía panorámica o ortopantomografía (OPM) y una telerradiografía lateral de cráneo, pero en otras ocasiones solicitamos un CBCT que es un tipo de escáner 3D especifico para boca, de manera que no tiene la radiación tan alta como otros tipos de escáneres y nos permite analizar el caso con aún mayor precisión cuando se trata de un caso más complejo, sindrómico o muy asimétrico. Con este escáner no necesitamos las otras radiografías ya que podemos obtener un corte similar al que ellas ofrecen. Solemos colaborar con radiólogos de alta calidad para evitar repetición de pruebas con radiación adicional innecesaria, renuevan los aparatos de rayos X con mucha frecuencia por lo que siempre estamos seguros de estar trabajando con la tecnología más avanzada (parte de ese avance es conseguir pruebas con más detalle y menos radiación).
- Con todos esos registros estudiamos el caso y realizamos una planificación tentativa. Una vez que el paciente ya ha tenido primera consulta con el cirujano, nos ponemos en contacto para discutir el caso con él en base a la planificación inicial que hemos hecho. En Ortodoncia MGD estamos especializados en este tipo de tratamiento combinado y desde que empezamos a trabajar en este campo hace más de 20 años invertimos en el software más avanzado en planificación en cirugía ortognática. Con Dolphin Imaging podemos compartir el estudio del paciente con su cirujano, ya que la mayoría trabajan con este mismo sistema. En los últimos años se ha incorporado la planificación y simulación 3D en nuestra práctica diaria, así como en los últimos softwares en ese campo que nos permiten no sólo visualizar nuestros casos tridimensionalmente sino simular la cirugía previamente a que el paciente entre en quirófano. Tecnología.
Una vez acordamos el plan de tratamiento desde ambas perspectivas (tratamiento de ortodoncia y planificación quirúrgica) comenzamos el tratamiento de ortodoncia, que siempre va enfocado a conseguir los objetivos prequirúrgicos establecidos: nivelar y alinear los dientes dentro de cada maxilar, coordinar las arcadas y descompensar la maloclusión (eliminar el camuflaje de la misma que se haya realizado con ortodoncia previa o el que haya sucedido de manera natural, cuando se han intentado mover los dientes para conseguir una mordida mejor disimulando el problema esquelético). Este tratamiento se compone de 4 fases: ortodoncia prequirúrgica, cirugía ortognática (el paciente continúa llevando su aparato, no se quita para la cirugía), ortodoncia postquirúrgica, fase de retención.
Cuando el tratamiento ortodóncico lleve unas 2/3 partes de la fase prequirúrgica realizadas comenzamos a tomar modelos de la boca del paciente (moldes) cada x visitas: esto nos permite ver in situ cómo van engranando las arcadas, como encajarían si el paciente se operase en ese momento. El paciente tiene una malposición severa de los huesos que imposibilita ver la mordida real cuando el paciente muerde. Para ahorrarle visitas a la clínica citamos al paciente en una sola cita, le tomamos impresiones, las vaciamos en escayola, el paciente espera media hora y le volvemos a ver con los modelos para poder decidir los siguientes pasos en su tratamiento.
Cuando la boca está casi preparada para la cirugía (confirmado con los modelos) derivamos al paciente de nuevo al cirujano. Una vez que el cirujano le vea y tengamos fecha de quirófano (en la sanidad privada podemos saber esa fecha con meses de antelación), se piden nuevos registros similares a los que hicimos al inicio y se remite al anestesista para las pruebas y evaluación pertinente. Estos registros se piden unas 2 semanas antes de la cirugía para asegurarnos que no se produce ningún cambio en la boca hasta el momento de la operación (aunque no toquemos los aparatos, el paciente muerde todos los días y los dientes se pueden desplazar porque los aparatos se deformen ligeramente).
Unos días antes de la cirugía hacemos la planificación definitiva del caso. Desde hace años hacemos planificaciones conjuntas ortodoncista-cirujano-protésico vía webinar. Es en esta sesión en el que se perfila la cirugía y de esta planificación saldrá el diseño de la férula quirúrgica, que es algo así como la llave de la cirugía. Es un aparato con forma de herradura que lleva las huellas de los dientes superiores e inferiores (habrá una o dos férulas en función de si se opera sólo un maxilar o los dos). Una vez hecha la osteotomía en el quirófano, el cirujano coloca la férula sobre los dientes del hueso que aún no se ha tocado y lleva a encajar los dientes del hueso que está movilizando en la posición que la férula marque. Estas férulas hoy en día se fabrican también mediante impresión 3D, pero la experiencia de casi 15 años haciéndolas de manera manual nos da la capacidad de diseñarlas de manera que en quirófano encajen “como un guante”
- El día antes de la cirugía citamos al paciente para:
- Probar las férulas quirúrgicas
- Explicarle el plan de tratamiento definitivo.
- El paciente ya llevará unos alambres fuertes en el caso de tratamiento con brackets o los alineadores finales prequirúrgicos. Colocaremos ligaduras metálicas en todos los brackets para asegurarnos que el alambre no se sale de los brackets durante la fijación de la férula quirúrgica. Si lleva alineadores le daremos un par de ellos pasivos convencionales.
- Si es una cirugía segmentada cortaremos el arco superior de manera que se quede dividido en tres partes. Si lleva alineadores le daremos un par de alineadores adicionales superiores pasivos fabricados sobre el modelo de la planificación.
- Colocamos los ganchos quirúrgicos o los botones: la férula se sujeta a los dientes mediante unos alambres largos que se enroscan sobre unos ganchos quirúrgicos (unos palitos metálicos que se enganchan en el alambre de ortodoncia entre bracket y bracket para que no ejerzamos fuerza directamente sobre un diente, como haríamos si nos ancláramos en un bracket, sino sobre toda la arcada, o botones (especie de brackets redondos y más pequeños) en los casos de ortodoncia lingual (es imposible anclar la férula a los brackets que van por la cara interna de los dientes) o en los casos que estamos tratando con alineadores (el paciente mantendrá sus alineadores pero nos anclaremos en los botones). También se pueden colocar unos tornillos por encima de la encía para poder sujetar la férula ahí y para una vez operado el paciente anclar ahí elásticos para ir guiando la oclusión postquirúrgica. La ventaja de estos tornillos es que se anclan directamente en el hueso así que podemos dirigir ligeramente la consolidación del mismo. Como inconveniente tienen el que al estar más altos se tienden a clavar en el labio y es más difícil para el paciente colocarse los elásticos que llevará después de la cirugía.
- Entregamos nuestro kit especial de “primeros cuidados post cirugía”.
- Cesión de máquina de hiloterapia.
- Tecnología.
- Nada más terminar la cirugía el equipo de quirófano te colocará la máscara refrigerada de la hiloterapia. Hemos apostado hace años por esta tecnología que ayuda a controlar la inflamación postoperatoria, si ésta se controla, el dolor se reduce. La temperatura al rango que la máquina mantiene el agua refresca la zona sin llegar a la sensación incómoda y peligrosa del hielo. La recuperación es más rápida y los primeros días más cómodos.
- El kit que te entregamos incluye: cepillo mini, vaselina, gel de clorhexidina y ácido hialurónico, cubiertos y vaso de tamaño especial, pinzas para rehabilitación, elásticos intermaxilares, colocador de elásticos, cera de ortodoncia. Durante los primeros días del postoperatorio te ayudarán a hacerlo más llevadero.
- Te haremos la primera revisión en cuanto te den el alta hospitalaria (el tiempo medio de ingreso es 3-4 días). Revisaremos tus radiografías, estado de las suturas (todas las incisiones se hacen en el fondo de la encía, por lo que no tendrás cicatrices visibles, tampoco se suelen producir hematomas llamativos). Comprobaremos si se te están clavando los ganchos, brackets o botones. Te colocaremos elásticos para guiar la oclusión y la consolidación ósea, los pondremos de manera que te sea suficientemente fácil colocarlos para que te los puedas quitar para comer, para lavarte los dientes (la higiene bucal es muy importante) y a ratos para hablar y hacer ejercicios de movilidad que te enseñaremos. Si tu cirugía no ha sido segmentada y así lo acordamos con tu cirujano en la primera o segunda cirugía te quitaremos la férula para que puedas empezar a morder sobre tus dientes y poder abrir y cerrar sin obstáculos (aunque lo más habitual es que el paciente salga sin férula del quirófano). Te realizaremos serie fotográfica y te daremos orientación sobre dieta a seguir.
- A partir de este momento te iremos viendo cada semana durante el primer mes y luego iremos espaciando las visitas hasta volver al ritmo normal. Intercalaremos nuestras revisiones con las del cirujano.
- Si la cirugía del maxilar ha sido segmentada te quitaremos la férula a las 3 semanas aproximadamente. La férula ayuda a consolidar la expansión que hemos hecho: la mucosa del paladar no se ha abierto, pero está en mucha tensión y si no sujetáramos los dientes con la férula se tendería a comprimir de nuevo.
- Durante estas semanas te ayudaremos en la recuperación motora y sensitiva. Desde ejercicios específicos hasta la recuperación paulatina de una dieta normal. Esta cirugía requiere de rehabilitación, pero se hace casi sola al comer y al hablar. Sólo en algunos casos necesitamos recurrir a terapia por parte de fisioterapeuta. Y en muchos de los casos en los que eso es necesario es porque no siguieron totalmente nuestras pautas, normalmente por miedo.
- A partir de que se recupera la movilidad el paciente pasa a un seguimiento habitual a cualquier paciente que está en su fase final de ortodoncia: terminaremos de ajustar pequeños movimientos, haremos cambio de arcos, brackets, elásticos, y si lleva alineadores en cuanto pueda abrir la boca lo suficiente le escanearemos para pedir nuevos y terminar el caso.
Como puedes ver el proceso de un tratamiento combinado de ortodoncia y cirugía ortognática es 100% a medida del paciente, no escatimamos en medios ni formación para conseguir la excelencia en los resultados. El ortodoncista es el profesional que va a estar a tu lado durante todo el proceso y conoce tu caso a la perfección ya que va estar haciéndote un seguimiento cada 4-6-8 semanas. Si en cualquier caso recomendamos buscar una clínica especializada, en este caso por encima del resto.
La experiencia unida a las últimas tecnologías en la propia clínica son clave para un proceso ágil y un postoperatorio más llevadero y exitoso. Ven a conocernos y pregúntanos sin compromiso todo lo que quieras, no te quedes con dudas. La confianza en los profesionales que te van a tratar es muy importante para que te sientas cómodo, al fin y al cabo, es un proceso largo, a veces cansado, con una parte molesta y con una implicación estética para la que el paciente necesita tener seguridad.