DIGITAL SMILE DESIGN (DSD)

Diseño de sonrisa: es el punto de partida de un plan de tratamiento interdisciplinar guiado por la cara del paciente. El factor estético no es más importante que el funcional y el biológico, pero definirá la visión inicial y permitirá la integración de la biología y del componente funcional en el mejor resultado estético posible. El proceso de análisis para la toma de decisiones en cuanto a la planificación de un tratamiento se inicia a través de videos y fotografías que permiten en un primer momento un análisis facial del paciente, mediante el cual establecemos los tamaños, proporciones y posiciones que buscamos obtener con nuestras restauraciones del frente anterior fundamentalmente.

A partir de ese DSD y con un escáner intraoral, obtenemos un encerado digital dónde vemos una simulación de la situación final del plan de tratamiento. Este encerado es una reproducción 3D del diseño hecho mediante el análisis de las fotografías y simula cómo serán las carillas. Mediante una llave de silicona que contiene un material provisional que se asemeja al composite o porcelana (mock-up), se coloca en boca, en una cita en la que el paciente podrá entender y visualizar los objetivos del plan de tratamiento. Esta cita es de gran ayuda para conseguir un resultado final satisfactorio, ya que permite al paciente y al profesional comunicarse de forma clara. El material que se coloca permite ser recortado y permite modificación, de manera que de esta cita sale un nuevo modelo 3D que se envía al laboratorio para que se elaboren las carillas tal cual el paciente y el doctor han definido juntos.

Carillas

Las carillas dentales pueden ser un excelente método para lograr un gran cambio estético de la sonrisa. En los hábitos sociales se ha producido un cambio en las necesidades estéticas, dentro de las cuales, la sonrisa es un elemento que está adquiriendo relevancia. Esto ha producido un fuerte impulso del uso de carillas para conseguir una dentadura perfecta.

A diferencia de las coronas o fundas dentales, que cubren todo el diente, las carillas sólo cubren la parte visible de éstos, y son tan delgadas como una lente de contacto. En comparación con una preparación de corona convencional, el tratamiento con carillas emplea un método de preparación conservador y respetuoso que preserva una cantidad considerable de sustancia dental dura, sin limitar la obtención de un resultado estético. Las carillas pueden ayudar a solucionar:

  • Dientes descoloridos o manchados
  • Dientes torcidos
  • Eliminar espacio entre los dientes
  • Dientes astillados o agrietados
  • Reemplazar un antiestético o antiguo tratamiento dental
  • Perfeccionar una bonita sonrisa

Hay dos grandes grupos de carillas: de porcelana y de composite. Dentro de las carillas de porcelana hay diferentes materiales. Escogeremos unos u otros en función de la estética que necesitemos obtener, si el paciente es bruxista o no, el color que tenga el diente de base y lo que tengamos que enmascarar. Dos de los tipos de carillas de porcelana que más usamos actualmente son las carillas feldespáticas y las de disilicato de litio.

Las carillas de porcelana no sólo poseen extraordinarias ventajas estéticas, sino también un alto grado de biocompatibilidad, resistencia a la abrasión, translucidez y estabilidad cromática y mecánica. La acumulación de placa en carillas cerámicas se reduce, lo cual se traduce en un menor riesgo de inflamaciones de la encía. Por ello suelen ser nuestra recomendación en pacientes periodontales.

Los adhesivos actuales permiten la adhesión a dentina (capa intermedia del diente), sin embargo, la conservación de esmalte sano para la adhesión no sólo incrementa la resistencia de la unión, sino que además garantiza una larga supervivencia clínica, elimina la hipersensibilidad tras el cementado y mejora la estabilidad de la cerámica. Un grosor fino pero uniforme en toda su extensión garantiza una función libre de estrés de la reconstrucción de los dientes anteriores.

Las láminas fabricadas con cerámica e.max representa un gran avance en la odontología estética, se componen de materiales libres de metal, su principal ventaja es la apariencia natural de los dientes que se consigue con ellas. E.max es la restauración de cerámica líder utilizada en la actualidad.

En aquellos casos en los tengamos una mayor exigencia mecánica (paciente con bruxismo o con sobremordida) utilizaremos este tipo de carilla en lugar de las feldespáticas dado que ofrecen una resistencia adicional. También las usaremos cuando hay que alargar el borde incisal más de 2 mm o cuando hay que enmascarar una alteración del color del diente en más de 2 tonos.

Las carillas feldespáticas son láminas de 0,1-0,5 mm de espesor cuya finalidad es cubrir la parte externa de los dientes para enmascarar deficiencias de color, forma, tamaño o posición. El procedimiento incluye la utilización de una resina especial con gran poder adherente al esmalte.

Las carillas feldespáticas destacan por encima de las de otros materiales ya que consiguen efectos más estéticos. Su elaboración es muy compleja por su fragilidad, lo que hace imprescindible un preciso estudio previo del paciente dado que no es factible modificarlas una vez que han sido fabricadas.

Están indicadas en aquellos casos en los que el paciente persigue una mejora de la estética, pudiendo tratarse de restaurar fracturas en dientes o espacios interdentales, corregir formas anómalas, agrandar piezas o aclararlas.

El tratamiento con las carillas feldespáticas implica un proceso de 2 a 4 citas aproximadamente compuesto de diferentes etapas:

  • Diagnóstico y planificación: serie fotográfica y toma de impresiones (de silicona o actualmente en la mayoría de los casos mediante escaneado intraoral 3D). Tecnología. Una vez planificado el caso se remite al laboratorio.
  • Explicación y prueba de la simulación al paciente.
  • Una vez aceptada nuestra propuesta por parte del paciente: preparación de los dientes (mínimo tallado ya que el espesor que requieren estas carillas es mínimo) y colocación de las carillas provisionales, si así lo demandara el caso.
  • Prueba del perfecto encaje de las carillas. Si está todo correcto se procede al cementado o adhesión definitiva de las carillas.
  • Última cita para revisión estética y funcional.

Se diferencian de las carillas de porcelana en que requieren poca o ninguna reducción del diente y el tratamiento en muchos casos se puede realizar en una sola visita. Necesitan de un mantenimiento normalmente anual para que mantengan las mismas características. Se realiza un pulido que elimina manchas e irregularidades y les devuelve el brillo. Después de varios pulidos suelen requerir reparaciones menores, pero la ventaja que presenta este material es precisamente ésta: que permite retoques y reparaciones sin tener que cambiar la carilla completa. Después de varios pulidos y retoques ya que sí que será necesario el cambio.

Las ventajas respecto a las de porcelana son:

  • Si se rompen se pueden reparar
  • No se toca casi nada la estructura dentaria
  • Permiten modificaciones de forma y tamaño una vez realizadas
  • Coste más bajo

Los inconvenientes:

  • Se desgastan y pierden parte de sus propiedades como el brillo y el pulido de la superficie por lo que requieren un mantenimiento
  • A pesar de que los composites actuales junto a los tintes consiguen resultados estéticos excelentes, la porcelana es capaz de mimetizarse más con el diente
  • El pulido y la adaptación gingival no llega al que consigue la porcelana, por eso en pacientes periodontales solemos recomendar porcelana. El composite además es un material que retiene más placa que el material cerámico.

El grado de estética dental alcanzado por estas carillas feldespáticas es difícilmente superable por cualquier otro método, dotando a la arcada dentaria de la máxima naturalidad, un color estable, gran resistencia al desgaste y una excelente tolerancia periodontal que aleja de todo riesgo de rechazos. Estas carillas están contraindicadas si existen problemas de salud bucodental, incluyéndose aquí el bruxismo (rechinamiento nocturno de los dientes). Ello es debido a que, en esos casos, lejos de solucionarse cabe esperar un enmascaramiento de los problemas, de lo que pueden derivarse peores consecuencias para la salud, además de fracturas o fisuras en las láminas feldespáticas.

Pese a su elevado grado de aceptación, las carillas estéticas feldespáticas no están exentas de inconvenientes, entre los que pueden citarse la gran precisión de diagnóstico que requieren, su mayor facilidad para fracturarse en comparación con las coronas u otro tipo de carillas de porcelana. En definitiva, carillas feldespáticas representan una excelente solución para anomalías de carácter leve como dientes levemente torcidos, separados o apiñados que no demanden la intervención de otras técnicas.

La comparativa más fácil de entender entre carilla de porcelana y carilla de composite es la de suelo porcelánico y suelo de parquet. Los dos sirven para los mismo, dan estéticas hoy en día espectaculares, un suelo porcelánico puede resultar caro si reúne unas características de calidad, pulido, formato… pero luego requiere muy poco mantenimiento y resiste muy bien al desgaste. Si se cae un objeto pesado sobre él, sin embargo, se rompe y no se puede reparar. El suelo de madera por otro lado requiere de mayores cuidados en el día a día en cuanto a la limpieza y precisará un barnizado periódico y de vez en cuando un acuchillado y quizá cambio de algunas tablas. Pero cuando este proceso se ha hecho varias veces hay que cambiar el suelo entero porque ya no nos queda madera o está muy deteriorada.

Para realizar carillas de composite, el material compuesto se aplica a las superficies frontales de los dientes, es esculpido con la forma deseada por las manos de un especialista en estética dental. Se puede realizar de manera directa en clínica o, en los casos más complejos, hacer un encerado sobre un modelo de los dientes del paciente (como un ensayo). Ese encerado se hacía tradicionalmente sobre un modelo de escayola que obteníamos mediante impresiones de alginato (moldes) de la boca del paciente. El encerado en este caso se hace con cera. Hoy en día en nuestra clínica solemos obtener los modelos por escáner intraoral 3D (Tecnología) y el “encerado” se puede realizar de manera digital. Este proceso consiste en, una vez estudiado el caso y medido, decidir hasta dónde va a llegar la restauración para proporcionar al diente el tamaño y la forma perdida o la nueva forma deseada. Esa forma la reproducimos sobre el modelo y ya de manera 3d vamos modificándola hasta obtener el modelo de restauración que más nos gusta.

Esto permite ver antes de realizar la restauración cómo quedaría e incluso poder enseñársela al paciente y “probársela en boca”. Así el paciente se puede ver y podemos realizar las modificaciones que queramos antes de hacer la restauración definitiva. Si este proceso se hace manual mediante encerado con cera obtenemos la ventaja de que el doctor ya ha realizado la restauración una vez antes de hacerlo en boca.

Esto resulta de gran ayuda en casos complejos. Dado que el composite permite retoques una vez hecho, es un tratamiento más económico y que debe de requerir menos tiempo de sillón y citas, este mock-up o encerado no se hace de rutina en todos los casos en los que restauremos con composite. En cambio, en los tratamientos con carillas de porcelana sí vamos a emplear este protocolo. Es como hacer un traje de novia con sus diferentes pruebas.

Las láminas fabricadas con cerámica e.max representa un gran avance en la odontología estética, se componen de materiales libres de metal, su principal ventaja es la apariencia natural de los dientes que se consigue con ellas. E.max es la restauración de cerámica líder utilizada en la actualidad.

En aquellos casos en los tengamos una mayor exigencia mecánica (paciente con bruxismo o con sobremordida) utilizaremos este tipo de carilla en lugar de las feldespáticas dado que ofrecen una resistencia adicional. También las usaremos cuando hay que alargar el borde incisal más de 2 mm o cuando hay que enmascarar una alteración del color del diente en más de 2 tonos.

Se diferencian de las carillas de porcelana en que requieren poca o ninguna reducción del diente y el tratamiento en muchos casos se puede realizar en una sola visita. Necesitan de un mantenimiento normalmente anual para que mantengan las mismas características. Se realiza un pulido que elimina manchas e irregularidades y les devuelve el brillo. Después de varios pulidos suelen requerir reparaciones menores, pero la ventaja que presenta este material es precisamente ésta: que permite retoques y reparaciones sin tener que cambiar la carilla completa. Después de varios pulidos y retoques ya que sí que será necesario el cambio.

Las ventajas respecto a las de porcelana son:

  • Si se rompen se pueden reparar
  • No se toca casi nada la estructura dentaria
  • Permiten modificaciones de forma y tamaño una vez realizadas
  • Coste más bajo

Los inconvenientes:

  • Se desgastan y pierden parte de sus propiedades como el brillo y el pulido de la superficie por lo que requieren un mantenimiento
  • A pesar de que los composites actuales junto a los tintes consiguen resultados estéticos excelentes, la porcelana es capaz de mimetizarse más con el diente
  • El pulido y la adaptación gingival no llega al que consigue la porcelana, por eso en pacientes periodontales solemos recomendar porcelana. El composite además es un material que retiene más placa que el material cerámico.

Se pueden utilizar carillas de composite para tratar una amplia gama de problemas dentales estéticos en la misma manera que se utilizan carillas de porcelana. Los problemas más comunes incluyen:

Si sus dientes están torcidos la forma ideal para lograr una sonrisa armónica sería someterse a un tratamiento de ortodoncia. Pero algunos pacientes deciden no realizarse este tratamiento (por ejemplo, si ya llevan carillas que se van a tener que cambiar de todos modos), en esos casos las carillas de composite pueden enmascarar esas pequeñas malposiciones dentales.

En los casos en los el cambio de color no se puede solucionar con un blanqueamiento. Por ejemplo, cuando hay manchas blancas que no se pueden disimular más decoloraciones intrínsecas de los dientes, manchas por restauraciones antiguas…

Cuando los dientes han sido dañados por la erosión ácida (bulimia, reflujo, ingesta de bebidas gaseosas y ácidas), por desgaste dental o fracturados por accidente, las carillas de composite son a menudo la solución más ideal, mínimamente invasivas.

Un problema estético común con el que nos enfrentamos casi a diario es la separación entre los dientes o diastemas. Añadir composite en esa zona es la solución ideal ya que sólo necesitamos añadir material en la zona donde falta.

Otras veces esos espacios están localizados en la parte del diente cercana a la encía. Normalmente se producen porque con el paso de los años la encía baja al bajar el nivel de hueso. Lo primero que desparece es la papila interdental que es el triángulo de encía que rellena entre diente y diente. Hoy en día todavía no podemos regenerar completamente esa parte de la encía, que al faltar da un aspecto muy envejecido a la boca.

Además, en esos espacios se tienden a quedar restos de comida como pepitas… y se forma sarro muy rápidamente. El composite es el material de elección para rellenar esas troneras ya que permite su modificación si van aumentando y no invaden el resto de la estructura del diente.

Restauraciones estéticas

Las obturaciones estéticas son aquellas restauraciones que se realizan en la cara externa o visible del diente.  El material empleado es composite, que nos permite recuperar las zonas dañadas o con defectos que queramos tapar sin tocar ninguna otra zona. Los potentes adhesivos de los que disponemos en la actualidad permiten que no haya que extender el material de restauración más allá de la zona a tratar para aumentar la retención. Se parecen a las carillas de composite, pero se diferencian de ellas en que en este caso sólo restauran una parte de esa superficie del diente y no cubren por tanto toda la cara vestibular del diente.

Por lo demás poseen propiedades muy similares y precisan de los mismos cuidados. Se realizan en una sola cita ya que no necesitan estudio previo, en citas más cortas y suelen requerir menos retoques. Todo ello sumado a la menor extensión y por tanto menor cantidad de material necesario abaratan el coste respecto a las carillas. Pero sigue siendo importante que un especialista en estética dental las realice ya que, al no cubrir toda la superficie, la unión entre material restaurador y superficie dentaria será visible, y debe de ser matizada y totalmente sellada. Con dos objetivos: que no se filtre por esa unión y se produzca una caries y que no se tiña esa zona y se note la línea de separación.

Tratamiento de mancha blanca

La mancha blanca es un efecto óptico que se da sobre una superficie dental que tenga un grado de mineralización diferente al resto del esmalte que le rodea. Hasta no hace mucho tiempo la solución más efectiva y de elección que teníamos era realizar una obturación estética o una carilla. Pero eso implica eliminar también una gran cantidad de tejido sano. Muchos pacientes no quieren realizar ese tratamiento sólo por una indicación estética, ya que suelen estar localizadas en superficies lisas donde el riesgo de caries es muy bajo.

Un caso diferente es el que conforma el grupo de déficits de mineralización o malformaciones en la estructura del esmalte, que sí afectan a otras áreas y que aumentan el riesgo de caries o cavitación en la superficie en la que están presentes. Para ello utilizamos técnicas de remineralización. Odontología preventiva.

En pacientes adultos podemos realizar un blanqueamiento dental, ya que una mancha blanca va resaltar menos si el resto de la superficie del diente tiene una coloración más blanquecina. En estos casos vamos a emplear un producto blanqueante que a la vez remineraliza el diente. Si una vez conseguido el tono deseado, la mancha blanca sigue siendo muy perceptible, podemos seguir camuflándola mediante el uso de resinas infiltrativas. Siempre y cuando la mancha blanca no tenga mucha profundidad, lo cual vamos a diagnosticar mediante la técnica de transiluminación. Tecnología. Cuanto más profunda sea menor será el camuflaje que podamos hacer y mayor será la necesidad de optar por un tratamiento como una carilla.

En niños tratamos las manchas blancas cuando hay mala higiene o cuando por su severidad llegan a causar un problema estético que afecta al niño. Un caso aparte es el de las lesiones de hipomineralización que cursan con hipersensibilidad y pueden incluso a limitar la dieta de los niños más pequeños y bebés. Odontología infantil. Hoy en día disponemos de Icon, un nuevo producto que, además de ayudar a detener las caries incipientes, consigue enmascarar las manchas blancas que algunos dientes presentan en sus superficies lisas. Las manchas blancas se ven porque ese tejido tiene un índice de refracción de la luz menor que el tejido dental normal. La resina infiltrativa presenta un índice de refracción similar al esmalte sano, de manera que tiende a igualar la diferencia de refracción que tiene la zona de la mancha blanca, y de esa manera consigue que la apariencia de la mancha blanca se aproxime a la del esmalte sano que tiene alrededor.

El uso de Icon está indicado en superficies lisas lesiones que no hayan llegado a cavitarse (por ejemplo, por mala higiene durante el uso de brackets). Consigue corregir o disimular esas manchas blancas si perder tejido sano mediante un método cómodo y rápido para el paciente.

Blanqueamiento

El blanqueamiento dental es la técnica que devuelve a los dientes su tono natural perdido a lo largo de los años por efecto del acúmulo de tinciones, sobrecarga del diente, envejecimiento, enfermedades metabólicas, traumatismo… En otros casos cambia el color de base inicial del diente que puede tener una estructura que le confiera un color menos blanco o que haya sido alterado incluso antes de la erupción dentaria (tinciones por fármacos como las tetraciclinas). Más que hablar de blanqueamiento dental, deberíamos de hablar de aclaramiento dental. Con este tratamiento nuestro objetivo no debe de ser conseguir un blanco “nuclear”, sino un tono más claro que devuelva la luminosidad a la boca.

En función del origen de ese oscurecimiento del diente, el proceso puede llevar más o menos tiempo: desde 3-4 semanas en casos más sencillos, hasta 6 o más meses en los casos de tetraciclinas (que puede sonar a mucho pero realmente es un gran logro en la actualidad, ya que hace años era impensable aclarar tantas tonalidades como hoy en día en este tipo de dientes). El momento para detener el proceso dependerá de un factor subjetivo que es el gusto del paciente, y de uno objetivo: si cuando ya hemos ganado varios tonos y entre visitas ya no se reduce más, significa que hemos llegado al punto de saturación, y ya no será posible ganar más. El símil más fácil de entender es el bronceado: si quiero intensificar el tono de moreno tendré que quedarme más días en la playa, lo cual aumentará el coste de mis vacaciones, pero llegará un momento en el que por más que siga tomando el sol ya no me pongo más moreno. Y también el tono de bronceado dependerá de varios factores como mi tipo de piel y de cómo tomo el sol.

Al contrario de lo que es creencia popular, el blanqueamiento profesional no lesiona ni los dientes ni los tejidos blandos ni produce hipersensibilidad permanente. Pero para que esto sea así y además se consigan resultados evidentes y estables en el tiempo, es imprescindible que se realice siempre por parte del odontólogo. Antes de comenzar el tratamiento hay que hacer una revisión del estado de salud de la boca y sanear tanto encías como lesiones de la estructura dental antes de aplicar el gel blanqueador.

El profesional tiene que analizar cada caso y establecer un plan de tratamiento que engloba desde el tipo de blanqueamiento (compuesto químico, concentración, productos adicionales), tiempo de uso, combinación o no de procedimiento en casa y en clínica, modo de aplicación, blanqueamiento selectivo según patologías previas de cada diente y según la evolución en cada visita (para conseguir un tono uniforme no se blanquean todos los dientes de la misma manera).

Tanto en el blanqueamiento ambulatorio como en el clínico, hay que proteger los tejidos blandos realizando un aislamiento de los mismos en el primer caso o unas férulas individualizadas en el segundo. Los productos de venta libre o fuera de clínica dental no van a conseguir buenos resultados ya que dichos productos tienen una limitación en concentración precisamente porque si no podrían dañar el resto de tejidos. Las pastas y otros remedios tipo casero que prometen blanquear los dientes lo que hacen es eliminar tinciones, pero de manera muy agresiva con partículas de alta abrasión, y poco a poco van dañando el esmalte. Al perderse esmalte aumenta la sensibilidad y cuando el paciente finalmente acude a nosotros nos solemos encontrar con áreas extensas de afectación que finalmente tendrán que ser restauradas y cubiertas, ya que el esmalte es un material que no se regenera. El efecto blanqueante que se ve a veces con el uso de estas pastas está más asociado a compuesto con fluorescencia que aportan cierto tono azulado (como algunos blanqueantes de ropa, que al dar un matiz azul la sensación es de blanqueado).

La sensibilidad que puede sentirse durante el tiempo que dura el proceso del blanqueamiento profesional es reversible y hoy en día no es un problema. Tanto por la planificación previa (en casos de hipersensibilidad de base la tratamos (sensibilidad dental), como por la elección del producto blanqueante en función de si el diente es más o menos sensible o sospechamos que pudiera serlo, como por el estrecho seguimiento que hacemos durante el proceso (vamos añadiendo productos para control de la sensibilidad según el paciente lo vaya necesitando o no).

Hay dos tipos de blanqueamiento según el tipo de diente (vital y no vital) y según la técnica (ambulatorio o clínico).

El blanqueamiento habitual es sobre dientes vitales y se realiza de manera externa. El no vital o interno se realiza en dientes endodonciados o que han perdido la vitalidad (calcificados…). Lo habitual es colocar el agente blanqueante dentro del diente y revisarlo y renovarlo de manera semanal hasta que alcance el tono del resto de los dientes, pero en ocasiones ayudamos también con blanqueamiento externo individual sobre ese diente. 

Los agentes blanqueantes pueden ser:

  • Peróxido de hidrógeno
  • Peróxido de carbamida
  • Peróxido de hidrógeno en combinación con nano-hidroxiapatita, en forma de espuma activa oxigenada (PrevDent CrWR). La nano-hidroxiapatita ayuda a remineralizar el diente y es el producto de elección cuando hay hipersensibilidad dental (aunque la tratemos de antemano)

Mediante el empleo de estos agentes oxidantes los radicales de oxígeno penetran en el esmalte y atacan las moléculas de tinción larga descomponiéndolas en cadenas cortas e incoloras, así se eliminan los pigmentos descolorantes presentes en la estructura dental.

Es el que se realiza en casa mediante aplicación de un gel blanqueante por parte del paciente cada día en unas férulas (fundas transparentes) que fabricamos a medida de su boca. El tiempo de uso puede ser desde media hora hasta toda la noche (después de 4 horas se podría retirar, pero se puede usar toda la noche ya que después de esas primeras horas ya no sigue activo). El proceso inicial es igual en los diferentes tipos siguiendo el siguiente protocolo:

  • Primera visita: exploración para ver si hay lesiones a tratar y estado general dental y periodontal. Evaluación de sensibilidad. Registro fotográfico completo y con toma de color. Toma de impresiones o escaneado intraoral si vamos a precisar de férulas.
  • Segunda visita: limpieza para eliminación de tinciones (si fuera necesaria limpieza más profunda o mantenimiento periodontal se realizará antes de empezar con el blanqueamiento como parte de la fase de saneamiento). Explicación del proceso.
  • Blanqueamiento ambulatorio
    • Si es domiciliario se prueban y ajustan las férulas y se le entregan junto con las jeringas iniciales de producto blanqueador. Instrucciones de uso y cuidados, recomendación de dieta.
    • Visitas de control: análisis de evolución del color, registro de tono y fotografía intraoral. Instrucciones, entrega de producto (puede ir cariando durante el proceso el tipo de producto y la aplicación, así como el control de la sensibilidad si fuera necesario)
    • Visita final de terminación o de transferencia a blanqueamiento en consulta (blanqueamiento dual). Al terminar hacemos toma de color y registro fotográfico completo. Si se considera necesario se instaura protocolo de remineralización durante 1-2 semanas.

Se realiza en la clínica mediante aplicación de productos de mayor concentración tras aislamiento de encía y tejidos blandos. En muchos casos ayudamos mediante activación por luz. Disponemos de diversas lámparas de blanqueamiento, la evolución de éstas también nos ofrece la posibilidad de regular el tipo de luz, intensidad y el tiempo para ajustarlo a las necesidades de cada tratamiento.

Este tipo de tratamiento a veces es demandado por el paciente cuando tiene prisa por obtener los resultados (boda…) o porque no tolera el uso de un aparato como las férulas. También en los casos en los que el paciente tiene hábitos que producen tinciones y que le resulta complicado eliminar o reducir durante un período de varias semanas como requiere el ambulatorio (paciente fumador, que toma muchos cafés al día, que su dieta contiene muchos ácidos…)

Se suelen realizar varios ciclos (3-4) de 8-15 minutos cada uno siendo el tiempo total en clínica de aproximadamente 2 horas. Una vez terminado el ciclo de blanqueamiento retiramos el aislamiento, aplicamos vitamina D en la encía, realizamos fotos con toma de color y damos las recomendaciones para casa, así como pauta de analgésico para esa tarde ya que a las 4-5 horas de haber realizado el blanqueamiento en consulta puede aparecer un pico de sensibilidad.

Se denomina así este tratamiento cuando combinamos el ambulatorio y el clínico. Según el caso empezaremos por uno o por otro. Para algunos pacientes seleccionaremos este tratamiento de entrada, pero puede haber otros que lo requieran por dificultad en llegar al tono deseado. Si hay que hacer algún tratamiento restaurador estético, esperaremos 10-15 días para que se estabilice el color y que la restauración se mimetice con el nuevo tono definitivo (la liberación de radicales libres se mantiene con cierta actividad unos días después de haber terminado el tratamiento).

Durante el tiempo en el que se está llevando a cabo el blanqueamiento y durante los días de estabilización posterior el paciente debe de disminuir la exposición a agentes colorantes. Le daremos una lista de alimentos y hábitos a eliminar o reducir y trucos para poder “sobrevivir”. Con los nuevos productos se están obteniendo muy buenos resultados sin necesidad de seguir una pauta tan restrictiva como antes.

Consúltanos tu caso y te orientaremos, olvídate de los mitos.